domingo, 8 de junio de 2008

Talvez Quizás


Érase una vez en un reino muy muy cercano, con un conjunto de personajes muy singulares, sin embargo en esta ocasión nos enfocaremos en dos, el primero consiste en una princesa… bueno más que princesa se podría decir que era una Doncella, así es, una Doncella hija de la libertad, y nuestro otro personaje singular no podría ser otro mas que el Sapo Azul.
A decir verdad el Sapo en realidad no era azul al principio… y probablemente tampoco sapo, pero el principio es muy difícil de recordar tanto por complejo como por doloroso, por lo que omitiremos en nuestro cuento muchos datos y comenzaremos la historia desde el día en que todo cambio, no hablo de un cambio completo del mundo en donde todo se vuelve al revés, si no más bien de un cambio tan minúsculo y sin importancia para los demás, pero una verdadera revelación para nuestro protagonista tan único.
Nuestro querido sapo un día andaba paseando por un lugar en donde ya había estado en muchas ocasiones, y de pronto escucho una voz, una voz que en realidad ya había escuchado en incontables ocasiones, pero para serles sinceros, él jamás le había prestado atención, después de todo ¿Para qué?, aquella voz venía de una persona insignificante para el sapo, pero ese día por algún motivo en particular aún desconocido, volteo a ver, digo no hay que ser un genio para saber quien estaba ahí, era la Doncella hija de la libertad, el sapo que antes había sido muy amigo de la libertad, sin embargo por conflictos irreconciliables se habían peleado, el sapo alegaba que ya no la reconocía, que cada vez se parecía mas a su primo libertinaje, él había tenido muchísimos problemas con nuestro queridísimo Sapo, bueno volviendo a nuestra historia, el Sapo al ver a la Doncella tuvo una especie de pseudo-Epifanía. A partir de entonces el Sapo y la Doncella se volvieron buenos amigos, se contaban muchas cosas y el Sapo dejo salir un lado de el bastante desconocido hasta para el mismo Sapo, incluso pensó que talvez quizás era feliz. Gastaban mucho tiempo juntos, por lo que pasó lo que tenía que pasar el Sapo cayó en la desgracia del amor, ¿Por qué desgracia? Por que la Doncella como buena hija de la libertad, tendía a ir de amigo en amigo, en búsqueda de su príncipe azul, por lo que el Sapo trato desesperadamente en convertirse en ese príncipe, ¡Hasta se pinto de azul y rento un caballo! Por cierto la pintura azul es difícil de quitar ¡No lo hagan!, en fin, obviamente la Doncella no encontraba a su príncipe y usaba al Sapo como a una especie de juguete para satisfacer sus necesidades narcisistas. Nuestro triste Sapo Azul no podía recurrir a sus amigos por ayuda porque se sentía absolutamente pen…sativo, ya que desde el comienzo sabía que eso pasaría, pero como buen ser humano se hizo el mismo ¡ideota!... que tuvo al enamorarse, además sus queridísimos amigos se encontraban escribiendo sus propios cuentos de hadas, dragones y destinos inevitables, por lo que se guardo esta magnifica historia para recordar en las noches en donde se festeja al Dios Bacco con los compadres.
El tiempo paso, el dolor y desilusión aumentaron, hasta el punto que el respirar dolía hasta el alma, cosa muy difícil ya que nuestro Azul Sapo ya la había empeñado anteriormente en una noche de copas con tal de olvidar a su Doncella.
Y término como tenía que terminar, la Doncella al no requerir ya del sapo se olvidó de él, y Sapo no se olvido de ella, de hecho la recordó por mucho tiempo, y en incontables ocasiones, pero luego se dio cuenta, que de la que se salvo en realidad, así que con una sonrisa más o menos forzada fue capaz de decirle adiós.
Como verán esta historia no tiene príncipes, ni princesas, no hay finales felices para siempre, ni moralejas que aprender, de hecho el sapo azul sigue escribiendo historias no idénticas, pero si con un toque de familiaridad.
A por cierto el sapo le mando un mensaje a su doncella a través del buen amigo viento: él le desea que sea muy feliz, pero lo más lejos de él si es posible.
Y así termina nuestra historia, la Doncella buscando su Príncipe, y nuestro Sapo Azul en la búsqueda de su Sapita…

1 comentario:

wendpooh7@hotmail.com dijo...

Hola,mi baby, escribes padrisimo, siempre me habias comentado y realmente queria leer algo tuyo, gracias por animarte a compartir todo lo que pasa por tu cabecita, jejejejeje. saludos